viernes, 13 de noviembre de 2009

Hasta aquí todo va bien...

Hoy me acordé de una película que ví hace un tiempo y que debo tener grabada por algún lado..."La haine" (El odio) la cosa es que la recomiendo absolutamente, razones a saber:
1. El director es el capo del que se enamora Amélie Poulain (Mathieu Kassovitz).
2. Actúan tres flacos (de los cuales uno es bastante conocido) que se pasan de la veracidad con la que expresan todo.
3. Pinta (por no decir "dibuja" que suena más a inventa que a retrata) la realidad de los suburbios parisinos, ni mucho más compleja, ni mucho menos rica en mensajes, ideas, concepciones, sensaciones... que la de cualquier rincón del conurbano en la Argentina... y con esa magia que produce la melange de las culturas... mágica melange.
4. Es agobiante y a la vez tan exacta, deja tan en claro la sensación de... no les cuento más... mírenla y punto.

Les paso el video del comienzo con una metáfora recurrente a lo largo de toda la peli... gusto amargo, a impunidad, a olvido, a ceguera... absorvente y exquisitamente cierta.




C'est l'histoire d'un homme
qui tombe d'un immeuble de 50 étages.
Le mec, au fur et à mesure de sa chute
se répète sans cesse pour se rassurer:

"Jusqu'ici, tout va bien,
jusqu'ici, tout va bien,
jusqu'ici, tout va bien..."

Mais l'important c'est pas la chute,

c' est l'atterrissage.



[Esta es la historia de un hombre que cae de un edificio de 50 pisos.
Este hombre, a medida que cae sin cesar y para tranquilizarse, se repite a sí mismo:
"Hasta aquí todo va bien, hasta aquí todo va bien, hasta aquí todo va bien..."
Pero lo importante no es la caída. Es el aterrizaje.]

miércoles, 14 de octubre de 2009

Adivina adivinador

Era barrabrava.
Fijos esos ojos, habían visto mucho más que yo, habían vivido viendo, habían vivido.
Insegura, casi fragil, preguntaba en un esfuerzo torpe por recomponer la situación, por demostrarme que tenía un control ficticio, que no era tan tierna como parecía, que debajo de la Mafalda de tres sillas había una mujer valiente de verdad. Pero eso no es cierto. Y no se puede demostrar lo que no es cierto.
En mi ciudad florida y dulce, empezaba la primavera de las alergias y el olor a desinfectante atragantado en una angustia de no saber si el llamado que está entrando es el mismo que se fue, si es el banco o si el dolor. Y el dolor es traslucido... como si se las arreglara para estar siempre en el medio, dejándome que lo mire pero sin dejarme ver.
Es cierto que cuando pasaba, era cosa de colgarme las alas nomás, y tratar de adivinar a fuerza de intentos, buscando mirar la luz que está pero no iluminá, adivinando las formas los colores, pero adivino... "estamos todos adivinando", y ya sé que no es posible ver, que aunque fije mis ojos y me duelan contra el vidrio prepotente nunca sabré del todo qué es lo que estoy viendo... es que mis ojos, ellos no vieron todavía, no vivieron.
410-2800 y seguir que la vida del obrero es así.

sábado, 29 de agosto de 2009

En ¿mí? día

Tuve que proponerme aceptar definitivamente la metamorfósis...
Y eso que nunca son del todo fáciles de aceptar...

Kafka lo sabe, el Dr. Jekill lo sabe, las orugas de mariposas, los que padecen las "nuevas gestiones" de casi cualquier cosa, las agendas de principio de año, las caras cuando mirán espejos al rato de salir de las peluquerías, los zapatos limpios, la ropa limpia en general y planchada... los sorbos de mate en nuevas bombillas, los tacos, las zandalias de septiembre, las botas de junio, lo saben los jabones y las manos que buscan controles remoto que ya no funcionan, hasta las canillas de los hoteles lo saben... no es fácil.
Así fue mi propia transformación. Me costó hasta la médula.
Tanto había sobreestimado la postrecibida que, parecía que todo iba a reordenarse misteriosamente en torno a una nueva condición que amenazaba con definirme más que ninguna otra cosa. No es un decir es la pura verdad.
Ahora ya sé que no es para tanto, que al final uno termina por aceptar cualquier cosa, por incorporar acepciones como si nada, por hablar de feria, de turno, de despacho, de causa... por decir "buen día" en lugar de "hola" y abrir cualquier puerta y sentirse parte de algo que es un poco uno mismo, pero en otro lado, en un lado raro. Pero uno es uno. Y yo sigo siendo la misma que dice lo que piensa sin estar del todo segura, que llora en cualquier lado y casi por cualquier cosa, que saca desde adentro de vayaunoasaberqué una especie de rayo enfurecido cuando ve cosas que siente que no van... que baja corriendo las escaleras y hace equilibrio en los cordones de las calles, que salta lo más alto que puede para tocar las hojas de los árboles, que se rié de ella misma por ser tan así, tan como que en un punto ¿por qué no?... y entonces: cuáles de estas cosas son de ahora, del posfacu, cuáles no...? al final... qué cambió, qué me define, qué soy... y si lo pienso un poco, no se si soy más yo conmoviéndome por como pasa la luz por una hendija que firmando un acta. Así, que habrá que hacerse cargo de esto y terminar por comprender que uno cambia tanto todo el tiempo que en realidad casi que no cambia nada.
Como sea, acá estoy, caminando por algún lado, yendo en alguna dirección... buscándole la vuelta a lo que hago, a lo que pienso, a lo que no hago, a lo que debería... reencontrándome, perdiéndome... juzgándome, pensándome, haciéndome. No es del todo malo habitar este idílico "posfacu", no. Además, me siento orgullosa de eso, de haber estudiado, de haber transpirado la camiseta, pero ahora ya fue... la tengo puesta limpita y plachada otra vez, habrá que transpirarla entonces? quizá de eso se trate toda esta historia... después de todo -como dije más arriba y aclaro ahora para el distraído- la ropa limpia y planchada sabe que las metamorfósis no son del todo fáciles de aceptar.

martes, 14 de julio de 2009

señales, de humo

Burbuja,
mi cobarde y patética burbuja,
juego, caras, embotellamiento
brillante
atmósferas amonestadoras
admiradas ganas de
quien te quita lo bailado
quien dispara por fin el tiro de gracia
mi tiro de gracia.

Juego,
gastado y sigiloso juego,
caras, embotellamiento, burbuja
lanzallamas
naturalezas bien muertas
abiertos sobre caminos
señalizados, con humos
que no son grises pero existen
están a veces.

Caras,
de otros que interrumpen, mi
embotellamiento, burbuja, juego
imantando
lo que éramos lo que somos
lo que fuimos lo que seríamos
¿que quiere decir esto? nada
no hay drama en los susurros
no bastan.

Embotellamiento,
ceremonia de hormigas que andan
burbuja, juego, caras
paranoia
balances históricos pendientes
historias que penden de un hilo
la vida rezagada del que pregunta
andar escuchando mejor, lo que
se me antoja.

domingo, 5 de julio de 2009

mujer-pez

Julio Cortázar, desde el Capítulo 54 de Rayuela, hoy me deja abrir la puerta de uno nuevo de los -infinitos- cuartos y escribo torpemente -con el miedo que me provoca equivocar una coma o un punto, como si fuese un sacrilegio- el Poema más lindo que leí en toda mi vida... quizá el más lindo que se haya escrito alguna vez...

Vos… -dijo Oliveira mirándola colérico, y se interrumpió para abrir la cerveza con un golpe de la mano contra el borde de una silla. Estaba viendo con tanta claridad un boulevard bajo la lluvia, pero en vez de ir llevando a alguien del brazo, hablándole con lástima, era a él que lo llevaban, compasivamente le habían dado el brazo y le hablaban para que estuviera contento, le tenían tanta lástima que era positivamente una delicia. El pasado se invertía, cambiaba de signo, al final iba a resultar que La Piedad no estaba liquidando. Esa mujer jugadora de rayuela le tenía lástima, era tan claro que quemaba.

sangre en las venas
te digo y me decís
y nuestro pulso, cruel detractor de barbaries
que no conocimos, perpetuo carnaval que se nos
aparece junto a los ojos…

felina, la mujer-pez se acerca y me acaricia, me mima
con sus palabras escritas en un viento cambiante, que
acompañó la mutación del mar, el cambio de estaciones
sagrado…

y saber que cada vez falta menos, que nuestra época
todavía no ha comenzado, y que inventaremos historias
hermosas con finales tristes en alguna habitación
vacía, que nos tendrá como únicos habitantes

y treparemos a las paredes
y dejaré que me mates
para matarte luego yo

y quizás nos encontremos una noche de lluvia,
y contemplaremos, seremos los testigos de esto que
no me animo a definir como historia, libro o mandala,
nuestra hermosa y maldita cárcel kármica que supimos
conseguir…

no le hagás caso a mi voz…vos sos la
verdadera voz, la palabra, el designio…yo soy el
dibujo, la imagen vista desde lejos, ese que se te
acercará, te devolverá tu corazón de cristal después
de tanto tiempo, y te abrazará, te besará y te
invitará a nadar contra la corriente a su lado para
siempre…

el milagro de los colores
tu pelo, mitad
hermosa cara para ser dibujada
voy a desterrarte infinitamente de tu cárcel,
vos no estás hecha para seguir formando parte de
colecciones, de listas aleatorias y humanas…

somos culpables de la eternidad, Maga…la
palabra maldita te encierra, a mi también…vos sos la
Maga que me encontró, yo soy el Leandro que un Mayo te
quiso dibujar…

estamos rompiendo las leyes de la identidad
convencional, estamos destrozando las imaginarias
barreras de espacio y tiempo, nunca creimos en las
distancias ni en los mares premonitores…aunque se
que aún existe un miedo…se que la entrega tendrá que
ser absoluta, o no servirá para nada que hayamos
engañado a los relojes…

perfecta musa para este pintor de muñecos desnudos
cuando nos veamos de nuevo detendremos los
relojes, y permaneceremos eternamente en ese primer
día, nuestro libro nunca dejará de comenzar, nos
sorprenderá con las metáforas de las que formaremos
parte…la penúltima canción continuará sonando…

vamos a enterrar a nuestros yo equívocos
quiero equivocarme de nuevas maneras a tu lado

poeta maldita,
dama asesina,
princesa vampira,

mujer, mujer-pez,

ojos de gata,

Maga,

mi error más hermoso
o mi hermosura más errónea…

preparemos las alas, mitad…

vas a ver que los peces pueden volar…

sé que lo sabés, Maga…se nota en tus naturalidades, en la forma de caminar, en la manera de alzar la vista irónicamente, la mayoría confunde ese gesto con ingenuidad, yo lo entiendo, yo soy la Maga, la no-Maga, la coraza, el cigarrillo en lugar de la metáfora, el deseo de dejar de existir, el deseo de empezar a existir…
-Che, te estás poniendo metafísico y viejo, L. -sonrió entre dientes, luego de decir por segunda vez esa oración, en apariencia inocente y hasta jocoso, pero sabiendo (o sin saber) que era eso… que era verdad…


lunes, 18 de mayo de 2009

burbuja

Ayer buscaba una idea que contenga a todas las ideas, que sea la más contenedora de todas las ideas.
La contenedora. Qué ambición, qué locura... qué en vano.
Es desmembrando que, casi más casi menos, te vengo conociendo y me aterra. Más que nada el saber que pudimos habernos encontrado, que pudimos haber sido lo que ya no, ya no ahora, ya no así. Hormiga que pudo haber andado como sí, sobre tu... pero ya no, ya no ahora, ya no así.
Coartada, una que me alcance para engañar al tiempo y caer en tu burbuja y que nos vayamos perdiendo y desaparezcamos por un rato, una hora o dos está bien, acaso es demasiado y puede que la burbuja se infle, explote y es riesgoso. Mejor una hora, con una me conformo, con menos...
Y mirarte como si quisiera decirte algo y que me mires como si entendieras, pero en rigor ni sé qué decirte, ni es posible que entiendas y es mejor, porque si te lo digo (si te digo eso que no sé si quisiera decirte) voy a saber que no entendés y de vuelva nuestra burbuja corre peligro, porque ya se sabe, el tiempo es tirano, y perderlo hablando de estas cosas, contraproducente.
La burbuja encandila, y explota de nada, tenemos que brillar como sea, tenemos una hora... menos.
Así que desmembremos nomás en los primeros 15 minutos, digamos que el cielo está de nuestro lado, que la hormiga puede andar, sobre, en paz... y olvidemos el tiempo que no tuvimos, la gente que no nos dejó ser lo que pudimos haber sido, la gente buena que hizo que estemos tan felices que para qué burbuja, no se justifica. Olvidemos todo lo demás y acordémonos solo de nosotros en la burbuja, sin decir nada, porque no sabríamos, pero jugando a saber que el otro quiso decir que (lo que ni él sabe).
Comamos palmeritas.
Y cuando salgamos volvamos a la gente buena que hizo que estemos tan felices que para qué burbuja, con qué necesidad... y que todo siga casi más casi menos, todos en paz. Pero quién te quita la burbuja.

jueves, 12 de marzo de 2009

la primaria

Un reencuentro cybernético con gente de ahora que fue gente de antes me llevó a repensar un pasado que dicen que tuve. Y de pronto, la sensación de no haberme quedado con casi nada. Apenas hebillas fucsia, bubaloo de uva y los dinos que venían como dos huevitos y eran riquísimos los primeros 5 segundos.

Qué pudo atormentarme, dónde se esconden las razones que me hacen escapar de ese edificio, de esa gente, de esa infancia de caracoles y sombrillas. Para llegar a lo alto de una memoria traicionera que sólo se acuerda de una bandera, unos conejos, una tasa, un esguince... de 40 o 60 cuentas todas juntas, y pará de contar.

Motivos hay. Una campana que literalmente sonaba y al recreo, a hacer una cola de chicos que se reían porque para mi, que no estaba todavía "entelevisada", tenía más lógica "Las tres sillas de oro" que las "Trillizas de oro"... ¿quién va a decir lo contrario?
Esto no es soplar y hacer botellas... había que ser Mafalda en los '90 !! y ponerle el pecho a la bala sin miedo al desencanto, leyendo sin parar cualquier cosa que me pusieran delante y jugando a ser una periodista que solo decía copetes de noticias sobre la Guerra del Golfo (porqué puse guerra con mayúscula?) que traía mi viejo de la radio... Había que desconocer los más evidentes detalles de Grande Pa... y cantar "nada caaambiará, no habrá que volver a empezaaar..." como si no tuviese nada que ver con la Banda del Golden Rocket.
Inmutable, caminando en colores pasteles sobre la parecita, trepando a los ojos de cualquiera que supiera algo que yo no, tarareando canciones de Silvio que no entendía... (en casa era eso o Baglieto o Serrat o Los Beatles y para de contar)... y apasionándome sinceramente entre unicornios y nicaraguas.
Nunca fui muy de rosa. Nunca me cerró del todo eso de quedarme sentadita y calladita. A los porqués me los tenían que dar en efectivo, sin que alguna financiación me los desvirtuara en cuotas. Así crecí, Mafalda de tres sillas.
Así pasé por el colegio, con dos vergüenzas: un despache de moda que era Depeche Mode, y una ida al baño que no era al baño y me agarraron en la escalera y "mirá que sos zorra!!". ¿Zorra? ¿De todos los animales del mundo tuvo que elegir ese?, y sentirme observada porque nadie entendiá que yo, en 5to grado con 9 años, tenía ganas de comer caramelos... y cuando yo tenía ganas de algo: I´m so sorry.
Dos vergüenzas es poco en 7 años, después de todo es casi nada.
Y disfrazarme de flor, de patinadora... de dama antigua que envidiaba, desde el fondo de su palidéz real y su miriñaque de mentira, a las negras candumberas que bailaban al son de las empanadas calientes... que ni comparación con lo aburrido del minué tenía.
Leer, leer en voy baja y en voz alta en un acto de 3ro con la profe que me tenía el micrófono y me tapaba lo que decía el guíon y no avisarle total me lo sabía de memoria... Y una pata de un piano o algo así que se se cayó no sé dónde y a un chico le pasó no sé qué cosa... y todo así, como borrorso, como desenfocado. Como una mezcla de ayeres que se pegotean y me despistan, de puro mañieros, refrescando sentimientos que no tuve y regalándome miradas que no ví.
Así de extraño es mi pasado bien pasado... un pasado que a veces toco con la punta de los dedos pero como que lo despierto y se me va. Un pasado que se quedó en 2do grado y no para de jugar a las escondidas, y yo cuento 1, 2, 3, 4... y vuelvo a empezar y pica para todos los compas.

sábado, 28 de febrero de 2009

mínimo

Mínimamente, entiendo, antes de comenzar a decir sería lo más lógico que supiera qué. Máxime cuando en el fondo de mis ganas de decir, lo "cualquier cosa" que diga es mínimo comparado con lo "alguna cosa" que pretendo.

Básicamente, creo, lo que me pasa es que no me siento en condiciones de transcribir lo que en el fondo sería una complicación del género de las más complejas... y a quién le parezca una simpleza que se atreva a entrar siquiera con la imaginación (que ya del vamos no lo es todo) en intenciones tan desconocidas como las mías.

Supuestamente, veo, es la "cuestión de actitud" llevada a la superstición. Pero ni destinos, ni azares pueden contra mis presunciones, eso se sabe. Y la posibilidad de que ustedes y yo acabemos sin certezas es casi tan evidente como la dificultad de encontrar la diferencia entre posibilidad y probabilidad cuando se habla en francés (que no es mi caso, off course).

Sinceramente, estimo, no cabría la verdad en esta historia aún cuando fuese algo realmente insólito o desmantelado de razones (que no necesariamente sea lo mismo pero se parece). Lo sé. porque si mintiera honestamente, y me batiera contra el mundo dándole la razón a la falta de explicaciones acabaría definitivamente creyendo que digo la verdad. Y acá no es que muerto el perro acaba la rabia.



De todos modos, y malgrê Alan Faena, suerte que el lenguaje no es sólo un medio.







viernes, 6 de febrero de 2009

pasajera

"ella está por despegar,
quizá consiga un pasaje en la borda,
ella está por despegar,
ella se va..."


viernes, 2 de enero de 2009

2009.

No pensaba hacer balance y me agarró una especie de cosa que puede tranquilamente ser notalgia y que me mandó directamente a la silla. Y acá estoy, en Azul el 1º de enero de 2009, pretendiendo en un par de líneas quedarme con lo más quedable del año que se fue...
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Del vamos me atrapa más "balancear" cosas públicas que privadas, pero este año a nivel personal (si es que valiera la aclaración porque fuera posible pensar otro tipo de nivel) pasaron, me pasaron, demasiadas cosas... Así que más intimista que de costumbre, comienzo esta -como dije en el mail de recibida- "historia mínima".
En términos generales este año comenzó con montones de toneladas de tortitas sabor frutos del bosque y mates bastante decentes, descubriendo el subterráneo mundo de los gasueductos y coqueteando con una mezcla pantanosa de conocimientos geográficos traídos del secundario. Así, a priori, tengo que reconocer que 2008 fue un año que supo transpirar la camiseta. Una vez tomados los medios masivos de comunicación y en el medio de nuestras conversaciones, el "campo vs. gobierno" logró la soberanía absoluta de los primeros meses... pero esto no fue tan así en mi vida (o no desde el principio) tan ocupada como estaba en enojarme sucesivamente con una tras otra figura de la atolondrodada historia argentina... Si le pongo pila me viene un recuerdo (el primero del año)... era 25 de marzo cuando en mi cabeza Los abuelos de la nada descontrolaron mis rigurosos cronogramas de estudio susurrando lo que, en el delirio de mi posible último día de estudiante universitaria, terminé interpretando como descripción perfecta de la relación que se entablaba entre ese, "mi último final", y yo... "Tantas veces lo soñé como real / que quiso el tiempo y quiso nada más / Será por eso que hoy estamos aquí / no hay nadie más que vos y yo..." un amor/odio, un sentir que todo el mundo se me abría y quedaba al descubierto en ese segundo.

Así arrancó 2008, un año raro, un año importante, un año diferente... sorprendiéndome en otoño con la transfiguración en letrada y burlándose de mis planes hasta reir a carcajadas... luego de idas y vueltas llegamos a amigarnos, lo dejé ser quien quería ser y el cumplió. Quizá cambié un poco... a lo mejor sea consecuencia de ya no sentir el peso de una vida medida en cuatrimestres, extraña reconciliación con el mundo de los meses y las semanas... a lo mejor sea que el sol ahora no pega en hebillas fucsia...

Lo cierto es que el invierno llegó enfriado ya el conflicto entre el gobierno y el campo... y yo (que, nobleza obliga, defendía las retenciones, un poco románticamente, pero las defendía...) me encontré lejísimo de ese estado de "ser nada" al que suponía que iba a llegar en la posrecibida. Miré muchas pelis, salí mucho, visite amigos, hice sociales, leí, viajé, juré... egresada de la abundancia a mucho orgullo y con todas las letras... los egresados de la abundancia somos así, nos tomamos las cosas con calma -o creíamos que nos tomábamos las cosas con calma hasta que llegó la primavera y nos encontró perdidos y sin quinta temporada de Lost en que gastar nuestras horas, pero eso es otra historia- me quedo con el agua, los amparos y un mundo de inagotables límites tratando ser abarcado por mi invierno de abundancia, y con una foto imaginaria en los Piletones de la base del cerro Ventana. Me quedo con un brindis con desconocidos en un Hostel de Mar del Plata, con la alegría sincera de dos inglesas y un italiano que no entendían un corno castellano y menos entedían que un mail que el poder judicial que quizá a lo mejor podía ser que ocurriese algo que estaba bueno para mí, y "brindemos nomás" y brindamos. Fue la primavera la que me tenía guardada alguna que otra judicial sorpresa... y, aunque de a ratos pareció que la Corte hacía todo lo que estaba a su excelentísimo alcance para dilatar lo dilatable, parece que al final un mes o dos o tres no es tampoco demasiado tiempo y en el año suma a favor de un trabajo que me gusta con gente que me gusta en un lugar que me gusta, me gusta. Segunda gran carcajada de 2008. Y Arjona cantándome desde adentro de un gordito romanticón y otra ronda que mañana a las 7.30.

Un año que transpiró la camiseta y que un poco hizo las cosas por mi, me dejó descansar bastante en la abundancia mezclándome de a ratos -que fueron primero de días y luego de semanas y meses cuanto más se acercó el fin de año- planteos de esos que me sobran y se me escapan por los poros... de la injustica, de la acción... de la militancia... de la praxis de una vez por todas... con el temor que me metió Cortázar en Filantropía (
http://www.literaberinto.com/cortazar/filantropia.htm). Y si temo es porque en el fondo sé que puedo terminar siendo una fama que quiso ser cronopio. Ey! a lo mejor eso sean las esperanzas, aunque sean tontas y lloren porque no saben atarse los cordones...

Un año movido. Muchas firmas: tres en el título, otras tres en el casorio de Lili, dos más en el Colegio de Abogados, una tercera porque perdí la credencial... Mucha foto carnet.
Un año que pasó y me dejó recibida, sin documentos, con una amiga casada, con trabajo, con menos francés que de costumbre y más sol pegándome en la cara por cualquiera de las calles de La Plata, caminando con los ojos cerrados y sonriendo de felicidad porque no hay porqués que puedan contra mi placer privado de sentirme viva. Diferencias setentoochentosas, salidas glam, las que son más bien "Lolipop, lolipop"... y las quedadas a escuchar los CDs de Cortázar o remirar Tanguito comiendo pochoclos; el animal print y lo más cercano a "salir de shoping" que he hecho en mis primaveras... la desproporcionada manera de encender el cigarrillo que sigue con el que está apagando... (te tomé la palabra, ojo que jugás con fuego -cuac- !!). Un atardecer en Punta alta, donde el sol se pone en el mar, dorados los muelles no se ve el óxido y uno puede soñar tranquilo... Un año de trabajo en el consultorio jurídico gratuito de San Carlos y la gente recontra genia que conocí ahí... y las millones de cosas que espero haber apreHendido lo suficiente. Otro gordito cantando romanticonamente y contando chistes irreproducibles por el más tibio de los buenos gustos. Un domingo con Mariana y el destacamento.

La sobreactuada inscripción en el profesorado de Letras, y ahora el azul fin de año que me sumerge en recuerdos y va puliendo los límites de las cosas que prefiero olvidar con la alegría de aquéllo que quiero quedarme para siempre.

A ustedes, que llegaron hasta aquí, un abrazo enorme y el deseo de que éste que comienza sea para todos nosotros un buen año... con menos desigualdad, más palabras de aliento y mejores canciones...