viernes, 13 de noviembre de 2009

Hasta aquí todo va bien...

Hoy me acordé de una película que ví hace un tiempo y que debo tener grabada por algún lado..."La haine" (El odio) la cosa es que la recomiendo absolutamente, razones a saber:
1. El director es el capo del que se enamora Amélie Poulain (Mathieu Kassovitz).
2. Actúan tres flacos (de los cuales uno es bastante conocido) que se pasan de la veracidad con la que expresan todo.
3. Pinta (por no decir "dibuja" que suena más a inventa que a retrata) la realidad de los suburbios parisinos, ni mucho más compleja, ni mucho menos rica en mensajes, ideas, concepciones, sensaciones... que la de cualquier rincón del conurbano en la Argentina... y con esa magia que produce la melange de las culturas... mágica melange.
4. Es agobiante y a la vez tan exacta, deja tan en claro la sensación de... no les cuento más... mírenla y punto.

Les paso el video del comienzo con una metáfora recurrente a lo largo de toda la peli... gusto amargo, a impunidad, a olvido, a ceguera... absorvente y exquisitamente cierta.




C'est l'histoire d'un homme
qui tombe d'un immeuble de 50 étages.
Le mec, au fur et à mesure de sa chute
se répète sans cesse pour se rassurer:

"Jusqu'ici, tout va bien,
jusqu'ici, tout va bien,
jusqu'ici, tout va bien..."

Mais l'important c'est pas la chute,

c' est l'atterrissage.



[Esta es la historia de un hombre que cae de un edificio de 50 pisos.
Este hombre, a medida que cae sin cesar y para tranquilizarse, se repite a sí mismo:
"Hasta aquí todo va bien, hasta aquí todo va bien, hasta aquí todo va bien..."
Pero lo importante no es la caída. Es el aterrizaje.]