lunes, 18 de mayo de 2009

burbuja

Ayer buscaba una idea que contenga a todas las ideas, que sea la más contenedora de todas las ideas.
La contenedora. Qué ambición, qué locura... qué en vano.
Es desmembrando que, casi más casi menos, te vengo conociendo y me aterra. Más que nada el saber que pudimos habernos encontrado, que pudimos haber sido lo que ya no, ya no ahora, ya no así. Hormiga que pudo haber andado como sí, sobre tu... pero ya no, ya no ahora, ya no así.
Coartada, una que me alcance para engañar al tiempo y caer en tu burbuja y que nos vayamos perdiendo y desaparezcamos por un rato, una hora o dos está bien, acaso es demasiado y puede que la burbuja se infle, explote y es riesgoso. Mejor una hora, con una me conformo, con menos...
Y mirarte como si quisiera decirte algo y que me mires como si entendieras, pero en rigor ni sé qué decirte, ni es posible que entiendas y es mejor, porque si te lo digo (si te digo eso que no sé si quisiera decirte) voy a saber que no entendés y de vuelva nuestra burbuja corre peligro, porque ya se sabe, el tiempo es tirano, y perderlo hablando de estas cosas, contraproducente.
La burbuja encandila, y explota de nada, tenemos que brillar como sea, tenemos una hora... menos.
Así que desmembremos nomás en los primeros 15 minutos, digamos que el cielo está de nuestro lado, que la hormiga puede andar, sobre, en paz... y olvidemos el tiempo que no tuvimos, la gente que no nos dejó ser lo que pudimos haber sido, la gente buena que hizo que estemos tan felices que para qué burbuja, no se justifica. Olvidemos todo lo demás y acordémonos solo de nosotros en la burbuja, sin decir nada, porque no sabríamos, pero jugando a saber que el otro quiso decir que (lo que ni él sabe).
Comamos palmeritas.
Y cuando salgamos volvamos a la gente buena que hizo que estemos tan felices que para qué burbuja, con qué necesidad... y que todo siga casi más casi menos, todos en paz. Pero quién te quita la burbuja.